Esta vitamina hidrosoluble, es el cofactor esencial en el proceso de formación del colágeno permitiendo que se forme una molécula estable y de calidad, mejorando el espesor cutáneo y promoviendo la desaparición de arrugas. Además actúa como antioxidante, disminuyendo la concentración de radicales libres y el daño que estos provocan en los diferentes tejidos, retrasando la aparición de los signos de envejecimiento.

Este oligoelemento participa en la actividad de más de 300 proteínas con funciones específicas, denominadas enzimas. Estimula la formación de células en la piel aumentando la producción de colágeno y elastina, lo que facilita el proceso de cicatrización de heridas y previene afecciones cutáneas. Es el cofactor de la enzima superóxido dismutasa, con alto poder antioxidante, que neutraliza los radicales libres, protegiendo a las células de la piel del estrés oxidativo. Nuestras fórmulas contienen gluconato de zinc estabilizado BIO-ZN A.A.S.®, una forma química superior, con alta biodisponibilidad, es decir, con un alto porcentaje de absorción y una correcta tolerabilidad, lo que garantiza sus funciones en el organismo.

Es un componente clave para el proceso de producción de energía en las células del organismo. Debido a que sus niveles disminuyen con la edad, la exposición solar y por una alimentación desequilibrada, es importante su suplementación. Previene el envejecimiento de la piel protegiendo a las células, tejidos y órganos de la acción oxidante de los radicales libres. Promueve la disminución de arrugas y mejora la elasticidad de la piel.

Las células de la piel son capaces de metabolizar esta vitamina (considerada una hormona) a partir de la exposición a la luz solar, siendo clave en la salud de la piel. Actúa regulando el crecimiento y la diferenciación de las células de la piel (queratinocitos) y cumple un rol muy importante en la regulación del sistema inmunológico, teniendo un efecto antiinflamatorio y antimicrobiano, de esta manera se mantiene la integridad de la barrera cutánea y previene la aparición de afecciones cutáneas. Por el contrario, niveles bajos de esta vitamina generan pieles más secas, con menor contenido de agua y se asocia a diversas enfermedades dermatológicas comunes como el acné, rosácea, dermatitis o psoriasis y alopecia.

Esta vitamina es fundamental para el correcto metabolismo del calcio y su incorporación en los huesos. Previene su acumulación en las arterias debido a su capacidad de hacerlo circular a través de los vasos sanguíneos, evitando que éste quede depositado en ellas. Mejora la salud ósea, favoreciendo la formación de huesos y manteniéndolos sanos. Además, se le atribuyen importantes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, por lo tanto su consumo es también fundamental para la salud de la piel, ayuda a mejorar la apariencia de ojeras, eccemas, manchas rojas, y ralentiza la aparición de arrugas y manchas. Le brinda fortaleza a la dermis y acelera la cicatrización de heridas.

Vitamina liposoluble, que protege a las membranas de las células del estrés oxidativo, neutralizando los radicales libres que las dañan, tiene además acción antiinflamatoria y regula la producción de sebo. A medida que envejecemos el organismo necesita más vitamina E para mantenerse saludable, y proteger a la piel de la aparición de arrugas y líneas finas. Esta vitamina acelera la regeneración celular y aumenta significativamente la protección del colágeno, lo que previene el envejecimiento cutáneo. Junto con la vitamina C, actúan en sinergia, con una acción fotoprotectora, la ingesta conjunta durante un periodo de 3 meses reduce significativamente los efectos de la radiación UVB.