Muchos de nosotros daríamos lo que fuera por poder mantener ese hermoso bronceado – que varios meses nos ha costado conseguir – durante todo el año. Tenemos buenas noticias para vos: es posible mantenerlo. Solo debes seguir los tips que te pasamos a continuación.
¿Qué es un bronceado saludable?
Es aquella exposición cuidadosa a las radiaciones solares. Recordemos algunas pautas muy importantes a la hora de tomar sol:
-Usar siempre protector solar. Es recomendable utilizar al menos FPS 30 ya que nos protege del 96% de la radiación UVB. Debe aplicarse 30 minutos antes de la exposición y retocarse cada dos horas.
-Evitar exponerse en determinadas horas. Hay que evitar tomar sol cuando la radiación es fuerte, especialmente en los meses de verano y en las horas donde los rayos pegan con mayor intensidad: 12 – 16 pm.
-Controles. Visitar a tu dermatólogo periódicamente para controlar lunares y/o manchas.
Para poder tomar conciencia de los cuidados que tenemos que tener a la hora de exponernos al sol, hay que pensar que la producción de melanina es un efecto de defensa de nuestro propio cuerpo frente al daño que provoca la radiación UV en las células de nuestra piel.
Con esto que te contamos, seguramente te estés preguntando si existe la exposición solar saludable.
Si, existe y es importante diferenciar el impacto en nuestro organismo. Una exposición solar sana, estimula la síntesis de vitamina D, favorece la circulación sanguínea, reduce la tensión arterial y mejora el estado de ánimo.
Una exposición solar no saludable causa manchas, fotoenvejecimiento, alergias y favorece la aparición del cáncer de piel.
Hay algo importante, si tu bronceado proviene de una exposición no saludable, está caracterizado por tener enrojecimiento o incluso pequeñas ampollas, es muy posible que te peles y ese bronceado no pueda mantenerse a lo largo del año. Broncearse de manera saludable durante el verano, es lo que permite mantener el color durante el invierno.
Sin más preámbulos, pasemos a los consejos.
Humecta tu piel.
Durante el invierno, la humedad del ambiente suele disminuir, sumado a la calefacción, los caloventores y una menor temperatura, es muy común que tu piel se seque.
Para poder mantener el bronceado debemos evitar que tu piel se descame. Por esta razón, la humectación durante los meses de invierno es esencial. Si sueles humectar a lo largo de todo el año, elige cremas más pesadas o con aceites para proteger tu piel durante el invierno.
Aplica luego de salir de la ducha o si sientes la piel tirante a lo largo del día.
Toma suficiente agua.
Es común que, al transpirar menos, durante el invierno nos olvidemos de la importancia de tomar agua. Cuanto menos hidratada esté tu piel, estará más propensa a pelarse y descamarse. Y, en consecuencia, a perder el dorado obtenido durante los meses de verano.
Recordá que debemos beber entre 2 y 3 litros de agua al día.
Asegura una buena dosis de carotenoides.
Son pigmentos que se encuentran en los vegetales. Hay varios de ellos, pero los más popularmente conocidos son el betacaroteno y el licopeno.
Tienen varias funciones: un poderoso efecto antioxidante, reducen el daño provocado por la exposición solar mientras intensifican el color bronceado de nuestra piel.
Hay un dato interesante del betacaroteno y es que es precursor de la vitamina A, encargada de mantener nuestra piel sana. Favorece el desarrollo de melanina, contribuyendo a mantener el bronceado a lo largo de todo el año.
Para ayudarte a que el invierno no te detenga a mantener ese color hermoso que tanto deseas, formulamos Giovegen BETACAROTENO. El primer suplemento dietario a base de colágeno hidrolizado que te ayuda a sostener el bronceado a lo largo de todo el año.
Además de 5 gr. péptidos de colágeno hidrolizado, en una dosis diaria de Giovegen BETACAROTENO podrás encontrar:
-4 mg. de betacaroteno.
-2 mg. de licopeno.
-200 mg. de Vitamina C: contribuye en la formación de colágeno, aumentando la hidratación y elasticidad de tu piel.
¡Que las bajas temperaturas no te detengan para lucir ese color bronceado, dorado y luminoso!
Bibliografía.
Sakamaki, T. – Characteristics of UVA-Induced Delayed Tanning: Seasonal Variation (1998)